El reportero chiíta Muntazer Zaidi sigue detenido tras ser acusado por el gobierno iraquí de cometer un "acto barbárico".
Reuters- Bagdad. El periodista iraquí que lanzó sus zapatos al presidente estadunidense George W. Bush en un acto de insulto supremo se ha convertido en tema de conversación en todo Irak.
El poco conocido reportero chiíta Muntazer Zaidi, quien dijo que estaba furioso con Bush por los miles de iraquíes que han muerto desde la invasión estadunidense de 2003, sólo trascendió una vez, cuando fue brevemente secuestrado por hombres armados anónimos el año pasado.
El periodista de televisión seguía detenido este lunes, acusado por el gobierno iraquí de cometer un "acto barbárico".
Su empleador, el canal independiente Baghdadiya, demandó su liberación y grupos de personas se manifestaron en Ciudad Sadr, un amplio barrio de Bagdad, en el bastión chiíta sureño de Basora y en la ciudad sagrada de Nayaf, donde algunos lanzaron zapatos a un convoy estadunidense.
"Gracias a Dios, el acto de Muntazer llena de orgullo los corazones iraquíes", dijo su hermano, Udai Zaidi demandando su liberación al gobierno iraquí. "Estoy seguro de que muchos iraquíes quieren hacer lo que hizo Muntazer. Muntazer solía decir que todos los huérfanos cuyos padres fueron asesinados eran culpa de Bush", añadió.
"Este es el beso de despedida del pueblo iraquí, perro", gritó Zaidi a Bush en una conferencia de prensa que mantuvieron el presidente estadunidense y el primer ministro Nuri Maliki.
El periodista lanzó un zapato a Bush, forzándolo a agacharse, y luego otro, que pasó por arriba de la cabeza del mandatario y golpeó contra la pared. Lanzar los zapatos a alguien es el peor insulto posible en el mundo árabe.
Reuters- Bagdad. El periodista iraquí que lanzó sus zapatos al presidente estadunidense George W. Bush en un acto de insulto supremo se ha convertido en tema de conversación en todo Irak.
El poco conocido reportero chiíta Muntazer Zaidi, quien dijo que estaba furioso con Bush por los miles de iraquíes que han muerto desde la invasión estadunidense de 2003, sólo trascendió una vez, cuando fue brevemente secuestrado por hombres armados anónimos el año pasado.
El periodista de televisión seguía detenido este lunes, acusado por el gobierno iraquí de cometer un "acto barbárico".
Su empleador, el canal independiente Baghdadiya, demandó su liberación y grupos de personas se manifestaron en Ciudad Sadr, un amplio barrio de Bagdad, en el bastión chiíta sureño de Basora y en la ciudad sagrada de Nayaf, donde algunos lanzaron zapatos a un convoy estadunidense.
"Gracias a Dios, el acto de Muntazer llena de orgullo los corazones iraquíes", dijo su hermano, Udai Zaidi demandando su liberación al gobierno iraquí. "Estoy seguro de que muchos iraquíes quieren hacer lo que hizo Muntazer. Muntazer solía decir que todos los huérfanos cuyos padres fueron asesinados eran culpa de Bush", añadió.
"Este es el beso de despedida del pueblo iraquí, perro", gritó Zaidi a Bush en una conferencia de prensa que mantuvieron el presidente estadunidense y el primer ministro Nuri Maliki.
El periodista lanzó un zapato a Bush, forzándolo a agacharse, y luego otro, que pasó por arriba de la cabeza del mandatario y golpeó contra la pared. Lanzar los zapatos a alguien es el peor insulto posible en el mundo árabe.
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